El hombre de los cincuenta millones de dólares Briny Tucker era un muchacho de campo con apenas unos centavos en el bolsillo que jamás había creído en milagros. Entonces ganó cincuenta millones en la lotería y decidió contratar a Dorian Burrell, una de las mujeres más ricas y bellas que había visto en su vida, para que lo ayudara a refinar sus modales. Pero su costumbre de dar dinero a cualquiera que lo necesitara no parecía formar parte de las lecciones de la bella profesora… Dorian admiraba la generosidad de Briny, y entonces ocurrió que sus empeños por convertirlo en un hombre de la alta sociedad se vieron relegados por otras necesidades… ¿Estaba preparada para pasar de profesora a alumna en manos de Briny?
Formatos Disponibles: PDF / EPUB
Opciones de descarga:
Si deseas obtener una copia del libro puedes usar alguna de las siguientes opciones de descarga:
Sus Modales Y Su Efecto Sobre Las Citas, Tener Que… ¿Alguna vez ha pensado en sus modales y los efectos que la mala educación en el dormitorio tiene el Él no es apenas ése en usted. Liz Tuccillo y el libro de Greg Behrendt : Él no es apenas ése en usted se basa en el episodio popular de Sexo…
Buen Buen Padre Chris Tomlin, cantante de música cristiana y ganador del premio Grammy, ha llegado a miles de personas a través de su música. Cada semana más canciones escritas por Chris Tomlin son cantadas en iglesias en todo el mundo que de cualquier otro escritor. Se estima que cada semana de 20…
Una Guia De Bolsillo Para Dominar El Arte De Hacer… Los buenos modales y un lugar informal de intimidad realmente puede afectar a su relación, causando a su pareja a ser loco por ti. La buena etiqueta y modales son esenciales en relaciones amorosas. Por lo tanto, es importante dominar la intimidad utilizando la etiqueta, la clase y el estilo…
El Retrato De Dorian Gray Los mejores libros jamás escritos. «La vida te lo reserva todo, Dorian. Con tu extraordinario atractivo, no hay nada que no puedas conseguir.» Basil Hallward había terminado el retrato. El joven Dorian, al verlo, no pudo más que desear, desde su frívola inocencia, que fuera su imagen la que envejeciera…
